Las escuelas custodias se comprometen con el conteo de aves acuáticas, realizado cada año en forma simultánea un día fijo, así como en el proceso de entrenar educadores y estudiantes para llegar preparados para este día (pre-muestreos). La primera Escuela Custodia fue la Primaria de La Brava, cuyo grupo dio nombre a este programa. A partir de estos pioneros, otros se están sumando, practicando sus diseños para el muestreo, elaborando materiales, interesados no solo en aportar datos sobre las especies acuáticas sino también en un proceso educativo divertido y no "ecofobizante" que se desarrolla en los SEEA y otros humedales monitoreados.